Sonidos en el YUNQUE: NATURA

El Yunque, el arte y los sonidos conectan entre diálogos para crear una exhibición dirigida al local e integrarlos en sus espacios. Compuesta de siete instalaciones llenas de intención por artistas puertorriqueños, NATURA te invita a sumergirte en nuestra cultura e historia y la relación que tiene con nuestra naturaleza. Este evento es presentado por ArteYUNQUE, un programa de arte intercultural que promueva, contribuya y fomente la experimentación e interpretación del arte, la naturaleza, la ciencia y la riqueza cultural e histórica del Bosque Nacional El Yunque para el enriquecimiento y disfrute del público. A través del arte, el diseño y la programación multidisciplinaria, buscan ampliar el diálogo con el paisaje, los recursos naturales y la historia de El Yunque, fortaleciendo las conexiones entre las comunidades vecinas y las experiencias de los visitantes locales e internacionales. El pasado sábado, 20 de abril de 2024, Georgie Vega, fundadora de theartwalkpr, dirigió el recorrido interactivo ofreciendo un breve mensaje previo a la presentación de cada artista y sus piezas tanto físicas como sonoras. ¡Y wow! ¡Qué experiencia! Qué bonito todo. Espero poder hacerle justicia en letras a este evento y motivarles lo suficiente con mi experiencia porque ¡tienen ir!

Georgie Vega de artwalkpr. F. Kathy Montero.

La experiencia comenzó con una primera presentación sobre los líquenes y cómo su presencia es vital para la conservación de los bosques. Para detenernos a pensar, darles valor y resaltar lo que muchas veces no vemos, Elisa Torres nos deleitó con su Arpa Clásica mientras de fondo, colgando entre árboles, se apreciaba la obra e instalación de Ivelisse Jimenez, círculos de diferentes tamaños hechos con láminas acrílicas y pintura que representan estos organismos vivos que pasan por desapercibidos, pero no dejan de ser importantes para la biodiversidad. 

 Pieza de Ivelisse Jimenez.

En la segunda, disfrutamos del talento de los artistas Roy Guzman y Migdalia Luz Barnes-Vera. Un arból caído con hermosos hongos forrando el gran tronco vertical, en combinación de una instalación fotográfica impresa sobre acrílico y abstracción, que capturan movimiento y luz de la naturaleza, donde los colores van transformándose conforme va pasando el día. Una pista de sonidos simples, llenos de armonías menores la acompañaba para generar emociones de nostalgia, melancolía y sublimidad, música para el respeto y diálogo con la naturaleza misma. Nos invita a reflejarnos y pensar cómo nosotros los seres humanos interactuamos con la naturaleza haciéndola vulnerable.

La tercera estación, Mineralia, constaba de tres pedestales de roca y asfalto en representación de la extracción de petróleo y otros tipos. Se inspiró en ver el aceite de motor sobre la brea mojada y ver los tan bonitos colores que crea, pero reflexionando, a su vez, sobre lo dañinos que son en realidad. De esta manera, nos llevan a concientizar de cómo evitar la utilización de estos materiales y buscar alternativas más respetuosas para nuestro medio ambiente. Allí, a la vez que se apreciaba la pieza, pudimos escuchar a Ola María cantar con su violín sobre nuestros procesos de vida pareciéndose al de las rocas. “Lo lindo y lo feo, la roca y los colores…resultado bonito, pero por un proceso feo…somos como las rocas”.

Una silla pérdida en el bosque, la cuarta parada, donde el artista Omar Abdulio Peña Forty mostró su pieza y nos comenta que el diálogo surgió a raíz de imaginarse perdiéndose en el bosque, alimentándose por sus aguas y sintiéndola recorrer por dentro. Cuando completó el objeto puso a correr agua por todas partes y grabó las gotas cayendo en hojas, gotas en la mesa, el agua corriendo, cayendo…creando así una composición ambiental que te da la sensación de sentir esa agua caer, limpiarte, pasarte y llenarte.

Ya para la quinta presentación, más adentrados en los árboles, nos sentíamos conectados con la naturaleza. Ya todos nos sentábamos en el suelo, conectando con el bosque. La pieza titulada Portal Yuké es un dibujo energético realizado con técnicas de tejido, envolturas y anudados con descartes textiles, ramas, troncos de arboles, caracoles, entre otros materiales que se presentaron en este espacio trazando uno sagrado, hecho por las manos de la artista Zaida Adriana Goveo Balmaseda. Para comenzar a sanar, Enrique Cardenas, William Cepeda y la Banda de Caracoles de Loíza, con una melodía taína e instrumentos que nos regalan una experiencia sonora y espiritual, que nos llevaron a recordar nuestros ancestros.

Ya en la penúltima y sexta parada, William Cepeda y la Banda de Caracoles de Loíza tocaron música de caracoles y un espectacular canto de aves justo debajo de la pieza Memoriam. Creada por Jaime y Javier Suárez, fue construída luego de recoger corales muertos y ser montado en una soga que cuelga entre dos árboles de guaraguao. El Yunque y la ciencia hidrológica del bosque funciona para conectar la montaña con el océano, llevando allá en sus aguas minerales para alimentar a los corales, los mismos que se están viendo muy afectados por el calentamiento global y otras causas. Los corales que carga la pieza funcionarán como amuleto de protección del bosque mientras se “curan” con el oxígeno, lluvia y energía del mismo durante un año para volver al océano y repartir todo lo que pudieron recoger.

La séptima y última instalación lo fue la Escuela de Oficio por Jorge Gónzalez: “La casa es un verbo flexible, un hogar (por)venir…”. Un espacio dedicado a la sanación y concientizacion de cuidarnos y promover el intercambio de saberes para volver a nuestra esencia. La Orquesta Botánica cerró con tres cánticos taínos y diferentes propósitos. Una fue el reconocimiento a la memoria y cómo se mueven los símbolos y los elementos, cantando el padre nuestro en arauaco, taíno. Dos, el cuidado de la semilla de la Tierra y la mujer (“la semilla que fuimos y seguimos germinando”). Y tres, la sanacion en el cántico de las aves: Mantaraya Borikén.

Todavía quedan dos presentaciones, NATURA: Lírico y NATURA: en Movimiento, para que puedas ser parte de esta experiencia para el puertorriqueño conectar con lo que siempre ha sido suyo.  El cierre se llevará a cabo el 22 de junio de 2024 y los invitados podrán quedarse al anochecer para presenciar una instalación de luces. Sigue a @theartwalkpr para que puedas estar al tanto de los próximos eventos.

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