Las 10 de Eduardo Alegría

Las 10 de Eduardo Alegría

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Por Xavier Valcárcel  |  Fotos (suministradas): Uziel Orlandi y Jonathan Ríos,  Daniela Paola/Supakid

La primera vez que vi a Eduardo Alegría en tarima fue en una de las últimas presentaciones de Superaquello, en Pa'l Cielo, la ecléctica barra y restaurante en la esquina de la Calle Betances con Calle Loíza en la que ahora ubica La Junta. Luego, en los días del boom de la música indie –performiá-, en los que Macha Colón, Mima, Fofé, Rita Indiana, despuntaban deliciosamente y con fuerza desde locales alternativos en Río Piedras y Santurce, fui a par de parties de sudor y escarcha en los que él tenía intervenciones musicales, "solo shows", o compartía tarima. Paralelo, Alegría exploraba con el teatro y la danza, así también con nuevas propuestas sónicas. En 2011, tras la disolución de Superaquello (integrada por Francis Pérez, Patricia Dávila, Pablo Santiago, Paul Rosy y Jorge Castro), formó su propia banda: ¨Alegría Rampante¨. En el mismo año, presentó en el Teatro Coribantes, en Santurce, “La esquina periferia”, una pieza de teatro, danza y música, escrita, dirigida e interpretada por él, junto a un elenco de artistas de distintas disciplinas. En 2015, lanzó su primer disco: "Se nos fue la mano". En 2016 presentó un monumental espectáculo en el Teatro Tapia, en Viejo San Juan, en el que dio un recorrido por su carrera musical.

Con un estilo provocador, encantadoramente queer y en tarima muchas veces alucinante, su propuesta -ha dicho- está trabajada desde los márgenes. Aunque a veces matizada por el humor, hay mucho en su estética y en sus sonidos de soledad y melancolía.

Antes de ir por su discografía y llegar hasta sus 10 canciones, conversamos con Eduardo.

Cuéntanos brevemente de tu formación artística y de tu vivir dentro y fuera de la isla.

Hhhhmmm... ok... Pues mira, de niño tomé clases de piano en mi casa, y después me pasaron al Conservatorio de Música en El Fanguito. No había espacio para piano en ese momento, fue a finales de los  años 70, y tuve que estudiar fagot por un tiempito, además de todas las clases de teoría y solfeo. En sexto grado me botaron de la escuela privada en la que estaba, lo cual terminó siendo una bendición porque así es que llego a la Libre de Música. Allí continúe estudios en música, pero el teatro me sedujo fuertemente y poco a poco me fui alejando de lo otro. 

En 1992 me fui a vivir a la ciudad de Nueva York detrás de un jevote, y allá estuve unos cinco años concentrándome en la danza y en el teatro, hasta que a mediados de los años 90, estimulado por la riqueza de la música underground de la década se me despertó la música por dentro y comencé a escribir montones de canciones.  

En el 1997 regresé a Puerto Rico con planes de formar una banda con mis amigos Francis Perez y Patricia Dávila. Ahí nació Superaquello. Durante los 12 años que estuvimos juntos, aprendí un montón sobre producción musical y sobre composición, y comenzaron a nacer ideas e incógnitas sónicas nuevas, que he logrado ir explorando en mi banda Alegría Rampante.

Mis años viviendo en Nueva York me dieron una soltura creativa y de criterio que reverbera en mi trabajo hasta el día de hoy. 

¿Qué es lo más que te disfrutas como artista independiente? 

Lo más que se disfruta es, claro, la independencia creativa. Me permite trabajar siempre sin preocuparme por los “latest trends”. Todos mis artistas favoritos, como Kate Bush y los Cocteau Twins fueron o son obstinadamente idiosincráticos en su quehacer, y tengo mucho de eso. Por otro lado pues se paga un precio grande porque, en términos de la industria musical local, eres un pájaro raro, un unicornio difícil de encajar en categorías establecidas. Pero puej... aquí sigo, y siento que poquito a poquito voy dejando una huella cada vez más grande en el panorama.  

¿Qué ha caracterizado tu trabajo musical, en tarima? 

Francamente siento que eso es algo que meramente comienzo a desarrollar actualmente. En Superaquello había una rigidez que venía en parte del modo de producción electrónica, y lo delicado de aquella música, que se me hacía difícil de navegar en vivo. Pero ahora con la banda ahí en directo, la energía que emitimos tocando juntos me permite acceder más fácilmente a unos estados performáticos más genuinos. Cuando estoy en el escenario siempre trato de reconocer las dimensiones de donde estoy parado y lo que me provocan lo uso como parte del performance. Es una manera de pensar que viene de mi trayectoria en el teatro y la danza. El espectáculo que presentamos en el Tapia en noviembre del 2016 me dejó saber cuán lejos puedo llevar mi propuesta musical en el escenario. Y quiero más de eso. 

 

Entonces le pedimos a Eduardo que describiera sus proyectos musicales...

Superaquello

-Mupsiquita (2002)

“Mi primera experiencia produciendo un disco. Para mí fue un “crash course”. Francis me llevaba la delantera, pero por mucho, y fue mi maestro junto a Pablo Santiago. Ahora, soy muy bueno adaptando, y desde ese primer disco ya yo estaba aplicándole ideas de la danza y del teatro a nuestra manera de producir canciones y de cómo usar la voz y el estudio de grabación para apoyar narrativas”.

-Bien Gorgeous (2004) y La Emergencia (2005)

“Estos dos discos fueron un proyecto. O sea, nos dimos a la tarea de hacer dos discos porque Pablo Santiago, el programador y tecladista principal de Superaquello se iba de la isla, y porque queríamos distinguirlos conceptualmente uno del otro. Recuerdo este tiempo como el más bello y productivo de Superaquello”.

-Superaquello interpreta Latarde (2009)

“Era hora ya de tomar rumbos sonoros distintos. Con to y eso, en el 2010 nos despedimos con dos cancioncitas más que titulamos Escuchate Esta Ep”.

 

Alegría Rampante

-Se nos fue la mano (2015)

“Me tomó casi tres años completarlo. Fue un proyecto bien ambicioso; fue el primer disco que grabo fuera del sistema de trabajo Superaquello. Eso se nota en el disco, creo yo, un poco. Es un disco bien basado en el estudio de grabación, y en cómo las herramientas del estudio me podrían ayudar a crear una narrativa”.

 

Actualmente, Eduardo se encuentra grabando el segundo disco de Alegría Rampante, para el que se ha dado a la tarea de honrar lo más posible la experiencia de tocar en vivo con la banda y no alterar las canciones demasiado en producción. 

Aquí Las 10 de Eduardo Alegría. 

  1. TODO ESTARA EN PAZ - ANGELA CARRASCO Y CAMILO SESTO, DE JESUCRISTO SUPERSTAR
  2. NATURTRANE - NINA HAGEN

  3. MEDITERRANEO - SERRAT

  4. NIGHTS OVER EGYPT - THE JONES GIRLS

  5. SLAVE TO THE RYTHM - GRACE JONES

  6. HEAVEN OR LAS VEGAS - COCTEAU TWINS

  7. EVERYTHING YOU DO IS A BALOON - BOARDS OF CANADA

  8. NEW YORK TENDABERRY - LAURA NYRO

  9. GO OR GO AHEAD - RUFUS WAINWRIGHT

  10. THE INCREDIBLE HE WOMAN - STEREOLAB

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